jueves, 20 de agosto de 2009

DIA 5 – SABIA QUE SUCEDERIA…
Ayer en la casi madrugada, converse con “M”, en realidad me había propuesto no llamarla no hablar con ella, es decir, iba a reprimir, si ese es el termino, reprimir, aguantar, soportar, ósea morderme la lengua para no llamarla.

Confieso que si siento ganas por momentos de tomar el teléfono y llamarla decirle : “Hola, que tal tu día como venía haciendo durante varios días seguidos”, lo bueno de mi es que soy un mal mentiroso, ni yo mismo me puedo mentir, sabía que podía ser ya que como imaginan trabajamos quizás no en el mismo lugar pero la comunicación es fluida para realizar coordinaciones, claro en horario de oficina, soy el profesional que se empeña en hacer las cosas bien y no dejar que las cosas se mezclen - ja ja ja ya aprendí que no deben mezclarse una cosa con la otra – pero en sí, me cuesta no decirle con cariño: “¿como estas? ¿Qué tal?”, pero no pues, no debo hacerlo porque respeto su posición, bueno a mi manera.

En fin, entró al Messenger, estaba escribiendo justo este post pero el día 4, fue algo así:
“M”: Hola
Yo: Hi
“M”: ¿Qué pasa, por que tan serio?
Yo: Estoy algo ocupado escribiendo y leyendo – si estaba escribiendo y leyendo el Messenger -
“M”: ¡Ah!, estas raro
Yo: Estoy concentrado, puse la cámara para que viera mis papeles y mis cosas tiradas por todas partes. – No mentira, me quise hacer el interesante -
“M” : Haber una sonrisa – Demonios, ¿qué hago?, me dije -
Yo: puse una carita feliz – jajaja que buena mi jugada -

En fin a si ocurrió hasta que por ahí, por quizás bromearle, escribí algo que en realidad le molesto, y me mando por un tubo, si me dijo: “entonces, voy a decirle a xxxx persona que cambien de consultora para tu cuenta, ah y por cierto las entradas para el concierto pásalas a recoger que no voy a estar… me voy a dormir chau…” yo me quede pensando, pero, este, mira…y cerro el Messenger.

Mi cabeza dio vueltas de campana, ósea, en fin la cosa es que tome el teléfono y la llame a su celular, le explique que quise decirle una broma, que no fue mi intención, la note afligida por teléfono, pero ¿estás bien?, “No me hagas caso “ dijo, “pero dime ósea tu sabes que no quiero hacerte sentir mal al contrario”, ella me dijo: “Si, ok lo que pasa es que estoy sensible, tu sabes cosas de mujeres” y se corto la llamada.

Otra vez a correr al Messenger, bueno termine de fumar mi segundo cigarro, baje y vi la laptop había un mensaje, ella estaba desconectada y decía: “Sorry se acabo la batería, no estoy ofuscada, pero a veces no sabes cómo decirme las cosa… chau”.
Estaba justo mandándole un mensaje y volvió a entrar, le dije: “disculpa, en ocasiones no tengo tino para decir las cosas, un colega tuyo me dijo una vez que tengo el tacto de un elefante en una cristalería”. El resto de la conversación fue como si todo estuviera bien claro, me dijo: “olvida lo que dije del concierto me muero por ir”, respondí: “si lo sabía, sabes, hoy eh conocido un lado tuyo que no conocía y me gusta”, preguntó: “¿el de resentida?”, respondí: “No lo engreída que eres y lo tonto que soy para decir las cosas”. Confieso que en ese momento de todo el rollo me sentí contento, porque pelear con alguien que no te interesa, lo mandas a rodar y punto nunca más me hables, me sentí como si estuviera peleando con una enamorada.

Al final me dijo: “voy a dormir”, pero seguíamos diciendo cosas y mandando dibujito hasta que dijo: “ahora sí, me voy”, le dije: “que descanses, que los angelitos cuiden tus sueños, que te relajes como ríos que fluyen” – no recuerdo bien la frase entera, pero me salió como dicen los mexicanos del fondo, del mero mero – me dijo: “Que lindo” y se fue a dormir.

Me sentí aliviado, casi tranquilo y feliz porque había conversado con ella de una u otra forma, pero debía ser firme en lo que dije que haría, así que había que retomar mis lecturas de la semana y tipear.

Recordé en ese momento como me sentí la primera vez que fui a su oficina, porque me lo propuso – o al menos eso quiero creer – sabía que si entraba en su oficina sería para ser observado por los ojos atentos de 10 psicólogas juntas – que miedo pensé, pero por ti y solo por ti lo hago – fui tranquilo, con paso firme, como sabiendo que iba al paredón – últimamente se me está pegando la costumbre de magnificar las cosas – sentí inmediatamente las miradas como si fueran balas en mi todo mi cuerpo, y sentí que la sangre en lugar de salir por lo agujeros virtuales subía a mi rosto, sentí como mi rostro quemaba, sabía que estaba como camarón y recibí cada una de los saludos, miradas y preguntas que me hacían, me dije: “ya estoy aquí así que retroceder nunca rendirse jamás”, tome confianza y seguí conversando y “M” se escondió no sé donde, me dejo solo, salí y me fui con la cabeza en alto diciéndome a mí mismo: “volveré por la revancha”.

Y así lo hice, regrese con una semifredo de lúcuma tamaño familiar, una bandeja de orejitas y una cappuccino bien caliente como le gusta a “M”, me abrieron la puerta y esta vez fui yo el que ataco, “Hola como están, miren lo que les he traído”, empezaron los agradecimientos y elogios, “y para ti “M” esto”, la idea era que se sintiera especial y lo es para mí.

Todas estas cosas las grabo en mi mente porque son cosas que valoro, a pesar de toda la situación actual, porque en el fondo ya gane en este tema, vencí mis miedos, mis penas y veo las cosas con optimismo, y si se dan cuenta, nunca doy un paso sin ir tres a delante, no dos, no tienen que ser tres o más porque los que sabemos lo que queremos, siempre vamos a seguir adelante, daré un paso a tras pero avanzamos más “¿qué creen que decidiré hacer con todo este tema?”


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