lunes, 17 de agosto de 2009

DIA 2 : RECORDANDO COMO COMENZO

TODO EMPEZO ASI…
Hoy recuerdo casi como ayer – si claro, en realidad el tiempo no ha sido mucho – la imagen de aquel día.


Me encontraba trabajando, como de costumbre, andaba de arriba para abajo atendiendo personas, coordinando diversos temas, y a la expectativa de unos procesos de selección para un puesto nuevo: Jefe de Logística – tamaña preocupación – era un puesto que se había coordinado ya desde principio de año, y por fin luego de bastante perseverancia – mi principal característica – logré que la gerencia lo apruebe.


Bueno, este reclutamiento no andaba como deseaba, la expectativa creada por el ofrecimiento económico no daba muchos resultados, recibí una llamada de “M” – admito que tiene una linda voz – conversamos respecto a otros procesos y a este en especial, me indico que tenia los informes de los almaceneros listos, pero habían problemas con los Jefes de logística – dentro de mi dije: “carajo de que me sirve tanto almacenero sino hay quien los lídere” – bueno “M” me dijo: “personalmente iré a entregarte los informes”.


Cuando dijo eso sentí una ligera curiosidad – seamos sinceros, todas las personas cuando escuchamos una voz agradable por teléfono siempre nos hacemos una idea en la cabeza y por lo general concluimos, bonita voz = no muy agraciada, chancadita(o), feito o el popular dicho “buena gente” – pero me sentí emocionado y a la vez trataba de imaginar cómo sería en persona, solo conocía, hasta ese momento, a la dueña de la consultora, por tanto era una situación nueva, por si “las moscas”, me peine, me coloque bien la camisa y claro tome aire metiendo aquella pancita chelera – que por mas ejercicio, dieta o proteínas no baja – pero no se nota mucho.
Suena el anexo y la frase: “Humberto, te buscan”, Baje las escaleras con la cabeza erguida y con actitud seria pero amigable; Ella se puso de pie – Lo primero que pensé “Que alta y guapa a la vez” – pasamos al comedor donde en ocasiones recibo personas – lo cual no me gusta pero hay que amoldarse a lo que se tiene -.
“¿Qué tal? Dime en que te puedo ayudar” le dije - muy disimuladamente estaba observando de pies a cabeza lo que tenia puesto, dicen que soy fijón, yo digo observador – llevaba unos zapatos bajos lo cual reforzó la impresión de que fuera alta casi 1.70 o más, mire su rostro que me encanto, sus manos delgadas pero bien cuidadas y llevaba un sacón con una cartera negra de dos hebillas grandes. Procedimos a ver los temas pendientes, el motivo de su presencia, me mostro un cuadro hecho en Excel con los candidatos que se tenían y el problema que dificultaba el proceso, el tema económico, las pretensiones de los candidatos eran más altas de lo ofrecido – no soy explotador pero coloque el mínimo que pensé para ese puesto así que tenía un margen más alto para trabajar – le comente que no había problema, que se siguiera buscando y que coordinaría con la gerencia un monto más alto, que la llamaría ni bien tuviera dicho dato. En aquel momento ya me sentía atraído – ya rondaba por mi cabeza la idea de cómo haría para invitarla a salir – pero primero le comente algo personal y se rio nerviosamente, me comento que venía de Trujillo, pero que no conocía mucho San Miguel lugar donde vivo, trabajo y alguna vez hasta estudie. Su mirada me cautivo, no es que sea un seductor, pero bueno note la tensión en ella, nos pusimos de pie, me dispuse a acompañarla hasta la puerta, ya había notado que de tanto nervio olvidaba su cartera, le dije :“M” te olvidas tu cartera”, se rio nerviosamente y me dijo: “Es que no estoy acostumbrada a cargar con cartera”, mentira pues siempre la usa y no solo esa, en fin, me pregunto donde tomar un taxi, le dije: “¿a dónde vas?”, “a Miraflores” respondió – dentro de mi había una intención de acompañarla e incluso llevarla yo mismo – la vi irse, lentamente en la puerta de la oficina, esa tarde ya no pude concentrarme, en mi cabeza rondaba la idea de llamarla e invitarla a salir.


La pregunta era ¿la invito o no? ¡Ya se¡ la llamo por un tema “X” y le digo, ¡no! me pareció muy atrevido además debía llamar a su oficina y era demasiado obvio. Luego pensé “le mando un mail”, se me prendió el foquito me dije a mismo “que es lo peor que puede pasar, que diga que no”. Mande al día siguiente dos correos, el primero era netamente de trabajo, indicándole que estaba aprobado un aumento en lo ofrecido para el puesto de Jefe de Logística, el segundo decía así: “ Espero que no sea mucho atrevimiento de mi parte , pero me gustaría invitarte quizás a tomar un café . Saludos Humberto” eso fue al finalizar el día.


Al día siguiente llegue a la oficina con la expectativa de su respuesta, pero nada no había ningún mail ni nada. Sonó el teléfono como al medio día era “M” diciéndome: “Hola me enviaste un mail, si acepto, que te parece el sábado” – dentro de mi grite: “¡yupi! cual niño – se me dibujo una sonrisa – algo poco usual en mi – si claro “que te parece si tomamos un café” le dije, “ok” me dijo, “¿dónde nos encontramos y a qué hora?” Pregunte, “a las 6 en el café Haití, te parece” respondió, “si perfecto” y colgué el teléfono.
Eran muchas las dudas y preguntas para esa primera cita, ¿día que me pondré?, ¿A donde iré?, ¿De qué hablare? Tenía que causar buena impresión.
Llego el día, lave mi auto – algo que nunca hago – tenía que estar seguro que estuviera como quería , encontré cajetillas de cigarros, chapas de cerveza y cuanta cosa se hubiera acumulado por ahí, me compre un jean que tiempo atrás quería comprar, me puse mi mejor camisa con un pullover. Salí a su encuentro, llegue antes de la hora para estar temprano – me gusta llegar temprano – considero que es malo hacer esperar a alguien, en especial a una mujer, miraba de un lado a otro, trataba de no fumar para que pueda percibir mi perfume, llego caminando desde la acera del frente, otra vez la contemple caminando erguida, con seguridad, y claro me hice el distraído, nos saludamos y caminamos al auto.


La lleve a mi territorio, a mi tienda favorita, a San Antonio, de 28 de Julio en Miraflores, ahí donde todos me estiman, donde no espero, donde todos los camareros son mis amigos – tenía que impresionarla desde todos los ángulos – bueno le pregunte:
- “te agradaba el café”,
- “si perfecto”,
- ”un cappuccino te parece”,
- “Claro” respondió,
- “ ¿y de comer que te apetece?”
- “uhm no se pide lo que desees, no sé, ¿qué me recomiendas?


Le explique cada uno de los sándwich de mi gusto y claro, tenía que parecer experto, empezamos la conversación con el clásico y como te animaste, “si bueno no tiene nada de malo” dijo ella, “si pues le conteste”, Me comento que el correo lo vio la practicante que trabaja con ella, lo cual llevo a que todas las chicas de su oficina se enteraran – “que roche” pensé, pregunté: “ acaso los mail no son personales”, “si pero a veces me llegan Currículos y bueno los revisa ella” - en mi cabeza me decía: “demonios ahora esto es público”. Conversamos por largo rato, casi dos horas, de muchas cosas, tenía puesto una chompa color morado y un saco de cuero negro, con su cabello suelto pero alisado – eso notaba –preciosa se veía.


Salimos de la tienda, le pregunte donde vivía – quería pasar más tiempo con ella y la excusa perfecta era dejarla en casa – me indico que en San Borja. Ella me indicaba mientras manejaba – en ese momento me dije: “no, esto no puede acabarse aquí, aún es temprano” – ¿“M” y dime tienes algún plan para hoy más tarde? – “no” , respondió, “¿qué te parece si vamos al cine?”, “si por qué no” respondió, fuimos al cine, compramos las entradas, seguimos conversando mientras esperábamos que comience la función – me gustaba cada vez mas –es sencilla, conversadora, muy suelta, se le notaba a gusto, aunque medio tímida, en fin.
Entramos al cine, al salir la deje en su casa, le comente que tuve miedo al esperarla para encontrarnos porque no tenía su número de celular, a lo cual ella me respondió: “si pues, no me lo pediste”, “¿me lo darías ahora?” replique, “Claro” respondió.
Y bueno con eso empezó esta historia…
Lo anecdótico es que, luego de varios días me comento que ella no quería ir a mi oficina, la obligo su jefe, la cual tiempo atrás sin saber le hablo de mi y le dijo “Conozco a un chico que sería perfecto para ti”.


Ella envió a “M” a mi vida, ella jugo las cartas, nosotros jugamos nuestra partida, pero, sigue la pregunta ¿Pago por ver qué pasa? Y si pago, pago con este cariño y afecto. El riesgo lo tome por que tiene todo lo que deseo de una mujer, pero ella tienen miedo de arriesgarse.
Mañana en el día tres le comentare más cosas. Haber que me comentan…


Asi estoy yo sin ti...

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